Imagina la siguiente situación: Estás en una conversación muy importante en Inglés, has practicado muchas veces qué decir y cómo responder a las preguntas. Entiendes todo lo que te dicen, pero cuando debes hablar, tu mente se pone totalmente en blanco. Como que sabes perfectamente lo que tienes que decir, y lo dices en tu cabeza, pero cuando lo quieres decir, no sales con nada.
¿Te ha pasado? No te preocupes, no eres el único. Esto está relacionado a la forma de aprendizaje y a las maneras en las que podemos apropiarnos de un nuevo idioma. Sigue leyendo para saber por qué pasa esto y cómo puedes evitarlo.
Tipos de aprendizaje
Existen dos tipos de aprendizaje: aprendizaje basado en el input, y el aprendizaje basado en el output. En el aprendizaje basado en el input, por lo general, vamos a realizar ejercicios de listening y de reading; esto significa que el input no es más que añadir información a tu cerebro, y trabajar en ella hasta lograr entenderla; mientras que el aprendizaje basado en el output se basa más en writing y en speaking, es decir, en las habilidades de producción; lo que hablas o lo que escribes.
En la mayoría de colegios o cursos, por lo general se le da más prioridad al input que al output. Según algunos expertos, la proporción debería ser el doble de output que de input, pero, infortunadamente, solemos manejar el doble de input que de output.
Por esta razón, no es suficiente solo con escuchar, leer o entender inglés, porque al momento de producirlo, va a ser muy difícil. Si llevas mucho tiempo intentando ser fluido, pero aún te cuesta, esta es la razón.
Trabajando más con el output
Así que ya encontramos la solución, y aunque parezca muy obvio, se trata de hablar y hablar y hablar, y si es necesario, escribir, escribir y escribir. Una de las formas más prácticas de aprender Inglés basándote en el output – y si tu caso es como el mío, que no tenía con quién practicar – es haciéndote preguntas a ti mismo, y buscando la manera de responderlas de forma rápida y completa.
Sí, te vas a sentir ridículo, pero te vas a dar cuenta de cómo esto hará que tu producción mejore un montón. Por otro lado, puedes buscar maneras de fomentar esas “conversaciones” contigo mismo, sin dejar de lado el input. Por ejemplo, si ves un video, o escuchas una canción trata de “explicarte a ti mismo” lo que entendiste, o las nuevas palabras que pudiste identificar.
Feedback o retroalimentación
En todo este proceso es muy importante que tengas a alguien más que te pueda dar un feedback o retroalimentación. Inicialmente, tú mismo podrías evaluar la calidad de tu producción. El tip que te doy para esto es, grábate cuando estés hablando contigo mismo, y luego escúchate. Ahí sabrás qué tanto debes trabajar en tu pronunciación o en tu fluidez.
Sin embargo, es de vital importancia que alguien más te acompañe en este proceso de retroalimentación. Muchos dicen que el mejor feedback te lo va a dar un hablante nativo, pero ese es un mito que vamos a desmentir hoy. Aquí en Smart, todos los profesores sabemos perfectamente a lo que te estás enfrentando. Por eso, podemos tener mayor empatía y ayudarte a corregir los mismos errores que nosotros cometíamos cuando estábamos aprendiendo. A diferencia de otros cursos, nuestras clases son 100% conversacionales, así que vas a estar practicando tu producción todo el tiempo. Además de escribir y desarrollar habilidades comunicativas.
Práctica y tips
Ahora, hablemos sobre la práctica y los tips reales que podemos aplicar en la cotidianidad para mejorar nuestra producción oral.
Practica tu speaking la misma cantidad de tiempo que dedicas a practicar listening o reading. Así que, si ves una película o escuchas una canción, intenta hablar por la misma cantidad de tiempo contigo mismo, o con alguien más. Sin ir tan lejos, busca videos de 5 minutos, y luego intenta hablar de lo que trató el video y sobre tu opinión al respecto, por otros 5 minutos.
Intenta aprender como mínimo un nuevo término o expresión todos los días, e intenta usarlo para describir algo que veas o para hablar de tu rutina. No es suficiente con saber qué significa, sino que es necesario saber cómo se usa en una conversación normal. Por ejemplo, la palabra FAR-FETCHED, que significa “descabellado”. Puedes usarla en una frase como “The story of that movie is so far-fetched”.
Comienza a pensar en Inglés. Sí, esto también es un proceso. Pero no te preocupes, no es imposible. Para pensar en inglés, sencillamente debes comenzar a describir las cosas o llamarlas por su nombre en inglés. Intenta describir en inglés tu rutina diaria o los objetos que usas cotidianamente. Recuerda que debes hablar. No sirve de nada solo pensarlo. Tu lengua también necesita practicar. Puedes comenzar simplemente con las tres cosas más importantes que hiciste en el día, y empieza a describirlas en voz alta.
No dejes las notas en el cuaderno. De nada sirve que anotes y anotes en clase si luego eso no te va a servir para nada. Toma notas, y luego léelas en voz alta. Esto te va a ayudar a memorizar palabras clave y cómo usarlas en la vida real.
No te vas a arrepentir si pones en práctica estos tips. Lánzate al agua, arriésgate a hablar todos los días. Es un proceso que toma tiempo y requiere de compromiso, pero el resultado es muy gratificante. Sigue trabajando para cumplir tus sueños. Nosotros te ayudamos.
Piensa Smart